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Mostrando entradas de 2021

¿Han dejado los animales de ser objetos? Mi opinión crítica sobre la nueva legislación y su adecuación con sus pretensiones.

Durante las últimas semanas, hemos podido observar en redes sociales una tormenta de publicaciones sobre la modificación del régimen de los animales en nuestro ordenamiento jurídico. Concretamente, la gente celebraba que los animales iban a dejar de ser objetos, por lo que comenzarían a ser considerados como sujetos. En un primer momento me quedé bastante impactado por la noticia, lo reconozco; pero no tardaría mucho en asumir que la noticia no era del todo cierta, sino que se exageraba notablemente. Ayer tuve ocasión por primera vez de leer con tranquilidad la Ley de modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, sobre el régimen jurídico de los animales ( enlace ), y efectivamente los animales van a seguir siendo objetos a ojos del estado español, a pesar de que es cierto que su regulación es muchísimo más detallada y rigurosa con respecto a otros objetos. Vayamos por partes: creo que es esencial, y sencillo, diferenciar entre un objeto y un suje

Los derechos fundamentales no deben democratizarse

En la actualidad, parece imposible desligar los conceptos "democracia" y "derechos fundamentales" de nuestra cosmovisión europea. Nuestro campo intelectual está construido sobre la base de las experiencias más recientes de las Guerras Mundiales, el conflicto balcánico, el muro de Berlín, o la Guerra Civil Española entre otros muchos hitos históricos que, aunque puedan parecer lejanos en el tiempo, aún siguen presentes de forma implícita en la manera de entender la vida que tenemos los europeos- por lo que incluyo a los españoles- para referirnos al estado, la democracia, la separación de poderes o los derechos fundamentales. Esta cosmovisión, creo yo, no puede considerarse por parte del ciudadano medio como mala, pues parece evidente que ha sido tras la llegada de la democracia cuando el reconocimiento y protección de los derechos fundamentales se ha generalizado y se ha consolidado en nuestros ordenamientos constitucionales. Sin ir más lejos, en España jamás habíam

La soberanía nacional: ¿Un lastre o el sustento del Derecho Internacional Público?

"La soberanía nacional reside en el pueblo español […]". Así dispone el artículo 2.1 de la Constitución Española, la cual nos ha traído el periodo de paz y prosperidad más longevo de la historia de nuestro país. Dicho precepto es conocido por todo aquel que en algún momento de su vida haya decidido ojear (y hojear) la Carta Magna de nuestro estado, y es objeto de debate en multitud de foros académicos, políticos, culturales y de cualquier índole. Que la soberanía resida en el pueblo español no es incompatible, a primera vista, con otros tipos de soberanía como la soberanía individual de cada persona, a pesar de que, efectivamente, en muchas ocasiones esta soberanía individual se ve eclipsada en favor del interés general. Una característica de la soberanía nacional es que se aplica a todos los ciudadanos por igual, sin importar condición que tenga cada español. Podemos entender la Constitución como muchos pensadores y filósofos han hecho referencia: un "pacto social"

CGPJ y otras "movidas" constitucionales

La hiperpolitización y la polarización política en España pasa factura a nuestras salud y estabilidad democráticas; especialmente si son los dos principales partidos de la nación los que encabezan dicha ofensiva. Seguramente que, de no existir VOX y Unidas Podemos- o su influencia fuera mucho menor- el CGPJ estaría más que renovado hace tiempo. Bien es cierto que este órgano podría haber estado ya renovado si no fuera por el WhatsApp de Ignacio Cosidó en el que afirmaba que "controlarían la sala segunda por la puerta de atrás". Ello implicó un escándalo tremendo (y con razón) que desmoronó la inminente renovación. Todo ello, sumando la entrada con fuerza de VOX en las Cortes Generales en 2019 y la colaboración parlamentaria entre el gobierno de coalición y los independentistas catalanes- que ha desembocado en el indulto a los condenados por sedición y malversación de fondos-, ha bloqueado por completo la posibilidad de renovar el CGPJ. Entretanto, se ha (re)abierto el debate

El "Estado de Excepción" de Franco: Un nuevo ataque contra la Constitución

Hoy, 18 de julio de 2021, lo primero que he visto cuando he abierto Twitter por primera vez a media mañana eran las Tendencias en España. Éstas eran 18 de julio (Top 2), Arriba España (5), República (7), Golpe de Estado (8), Guerra Civil (9) y Cristina Almeida (29, aunque ha estado presente en relación con los Tópicos mencionados anteriormente). Y es que, no lo recordaba, hace hoy ya 85 años de aquel golpe de estado contra la Constitución Republicana del 31 que fracasó y derivó en la Guerra Civil Española. Gravísimo que no me hubiera acordado de dicho aniversario sin necesidad de verlo en Twitter, ¿No? Es algo muy actual y de especial relevancia e importancia para poder solucionar los problemas endémicos de nuestro estado como son el 40% de paro juvenil, un modelo empresarial nefasto, un modelo laboral endeble, unas Administraciones Públicas ineficientes o una polarización política creciente (nótese la ironía). Aunque, ahora hablando en serio, lo que me preocupa más es ver gente nacida

Estado democrático de derecho: Sólo para la foto

España, tras cuarenta años de estado totalitario, alcanzó la democracia y el estado de derecho en 1978 tras los esfuerzos de los grandes partidos de la época por llegar a un acuerdo constitucional que abarcara un texto jurídico en el que todos tomaran parte y a raíz del cual todos los partidos pudieran, si llegara el momento, gobernar sin tener que prescindir de su programa político. En estos cuarenta años pocas veces se ha puesto a prueba (jurídicamente hablando) la fortaleza de nuestra democracia constitucional. Los únicos precedentes que ahora se me vienen a la cabeza son la sedición de 2017 en Cataluña, el Estatut, o el Plan Ibarretxe; todos ellos pusieron a prueba la democracia constitucional; en todos ellos, a mi entender, se les dio respuestas (jurídicas, no políticas) eficaces y acertadas. Dentro de dos días decae el tercer estado de alarma en nuestra reciente historia constitucional, precedido, como todos ya sabemos, del de Zapatero en 2009 y el de marzo de 2020. Se trata de u

¿Libertad de expresión? Sí, por supuesto. ¿Por encima de otros derechos? No.

 El pasado domingo 14 de febrero, en un debate en Matadepera Radio para comentar los resultados de las elecciones catalanas en tiempo real, me preguntó el estimado Albert Beorlegui por lo que opinaba sobre Pablo Hasél, yo que había hablado durante la noche de libertad de expresión. Quizá fue una pregunta para intentar pillarme y darle un poco de emoción a la tertulia, pero no consiguió su resultado. Y es que al mediodía, tras haber comido en casa, pensé que era una buena idea (por si acaso) imprimir algunas de las letras del rapero para poder llevar el documento al estudio. Y así fue: leí algunas de las "maravillosas" letras del reo. La respuesta de uno de mis compañeros de debate fue ofrecerme las letras de canciones de rap estadounidense. No quise acusarle de nada (Dios me libre), pero parecía ser que a él le gustaba que se humille y se amenace a otros de manera impune. "Ho fan cantant" fue su sentencia ("Lo hacen cantando"). Entristece ver cómo hay much

¿Dónde hemos dejado el pensamiento crítico?

 Estos días están siendo bastante movidos en los político, en lo judicial, en lo electoral,... En casi todo. Por un lado, tenemos la sorpresa de la abstención de VOX en la votación que, según muchos dicen, ha dado carta blanca al gobierno de la nación para manejar los Fondos Europeos. En lo judicial, vuelven a salir cientos de miles de personas a defender a Pablo Hasél tras ser llamado para entrar en prisión tras ser condenado en un juicio con todas las garantías procesales y con el respeto máximo a sus derechos como ciudadano español; una defensa basada en el ataque sistemático al poder judicial y la separación de poderes, que trata de tildar España de estado tercermundista que compromete la libertad de las personas que en él viven. Y en lo electoral, las redes sociales se están volcando en una campaña electoral catalana muy dura en lo que se dice y en lo que puede suceder en materia de voto por correo. Una gran masa de electores, la gran mayoría relacionada con VOX, prepara ya una tá